Delfín Rosado
Bienvenidos a nuestro blog dedicado al Delfín Rosado! Este espacio está diseñado para secerte una visión completa sobre esta fascinante especie. Aquí encontrarás información detallada sobre sus características únicas, su hábitat natural y sus comportamientos. Además, te mantendremos al tanto de las últimas noticias y descubrimientos científicos relacionados con el Delfín Rosado. A través de nuestras galerías de fotos y vídeos, podrás admirar la belleza de estos delfines en su entorno natural. Nuestro objetivo es proporcionar un recurso valioso para todos los interesados en conocer y conservar a esta maravillosa especie. ¡Esperamos que disfrutes del contenido y te sientas inspirado a aprender más sobre el Delfín Rosado!
Delfines Rosados
El Delfín Rosado, también conocido como el Delfín del Amazonas, es una de las criaturas más extraordinarias y enigmáticas del mundo natural. Con su distintivo color rosado y su comportamiento inteligente, este delfín no solo añade un toque de magia a los ríos del Amazonas, sino que también desempeña un papel crucial en el equilibrio de su ecosistema acuático. Sin embargo, a pesar de su singular belleza y su importancia ecológica, el Delfín Rosado enfrenta serios desafíos debido a las actividades humanas. La deforestación de la selva amazónica, la contaminación de los ríos y la construcción de represas están poniendo en grave peligro su hábitat. Estos factores no solo afectan la calidad del agua y la disponibilidad de alimentos, sino que también alteran los ecosistemas que sustentan a estas magníficas criaturas.

Los delfines rosados del Amazonas colombiano amenazados por la crisis climática

Los delfines pasean sin pasaporte por el Amazonas colombiano, donde el río más caudaloso del mundo baña tres países. En uno de sus brazos, un delfín rosado muerto flota cerca de la ribera; no es el primero y se teme que sean más por la sequía que sufre la selva, datos que coinciden con la celebración este 24 de octubre del Día Internacional de los Delfines de río.




Un verano seco en el Amazonas

Las playas agrietadas en la mitad del río Amazonas son la mejor prueba de un verano que hacía décadas no era tan seco. Las dos temporadas de este ecosistema -una de aguas altas donde se inunda la selva y otra de aguas bajas- son cada vez más largas y pronunciadas, alterando el ciclo natural.


La poca agua existente desde agosto hace que el río se caliente más rápido y tenga menor concentración de oxígeno matando a los peces, alimento para delfines y humanos. En octubre el río debería haber recuperado su nivel.

"Con estas calenturas es como si estuvieran en una olla", cuenta a EFE Lilia Java Tapayuri, coordinadora local de la Fundación Omacha después de encontrarse con el delfín rosado. La menor concentración de peces también causa más enfrentamientos entre pescadores y delfines por la comida.

Aunque los veterinarios no creen que este delfín muriera por la temperatura del río sino por un encontronazo con un pescador, la reciente muerte de 130 delfines en Brasil prendió las alarmas para evitar un suceso similar en Colombia, .

"Definitivamente el cambio climático nos está golpeando en la cara", agrega Jimena Valderrama, veterinaria de la Fundación Omacha, organización que trabaja desde 1993 por la conservación de los delfines, los manatíes y otras especies de fauna.

La preocupación es extrema por la llegada del fenómeno de El Niño, que hace prever aún menos lluvia y más sequía en los próximos meses. "El cambio ha sido drástico en el Amazonas en los últimos diez años, antes no se veían esas playas tan extensas", explica Silvia Vejarano, bióloga y especialista en conservación de WWF Colombia.


Delfines de agua dulce

Los delfines no tienen fronteras, pero sí patrones de permanencia. En el Amazonas existen dos especies: el rosado (Inia geoffrensis) y el gris (Sotalia fluviatilis), que también están presentes en el Orinoco colombiano, ambas "en peligro" según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).


El reconocido rosado que, además de su color característico, posee adaptaciones a su hábitat en los ríos y lagos amazónicos que lo hacen único, es el delfín de río más grande alcanzando una longitud de 2,8 metros y un peso de 220 kilos. Tiene un hocico largo y las vértebras cervicales libres le permiten rotar la cabeza.

Tiene además un llamado "melón" en el frente muy desarrollado que usan para la ecolocalización en un río muy turbio como el Amazonas, con visibilidad casi nula.

El delfín gris, por su parte, es uno de los más pequeños del mundo con apenas 1,60 metros y 50 kilos, más parecido básicamente a los delfines marinos con un hocico corto, aletas pectorales pequeñas puntiagudas y una aleta dorsal triangular.


No es normal o común ver delfines muertos, explica Valderrama, quien detalla que el que encontró bajaba entre los ríos Amazonas y el Atacuari, en una zona donde hay muchos conflictos por pesca.


Tras tomarle una muestra de tejido para analizarlo en el laboratorio, el equipo veterinario concluye que no tiene sentido hacerle una necropsia por su estado avanzado de análisis; Calculan que murió hace una semana. Llegaron hasta su cuerpo después de que uno de los pescadores que faena en la zona les avisara del hallazgo.

Aunque aún se dan algunos episodios, han disminuido las muertes por ataques gracias al trabajo de concienciación de la comunidad que, sin embargo, lamenta la poca coordinación que existe a veces con el vecino Perú.


las amenazas

"En pocos años podemos perder por completo a los delfines de río", alerta la veterinaria de Fundación Omacha.

Contaminación por mercurio de la minería ilegal, deforestación, conflictos con pescadores, sobrepesca, caza ilegal, proyectos de infraestructura mal planificados, producción petrolera y tránsito frecuente de barcos son algunas de las amenazas que acechan a los delfines de agua dulce.


Pero sin duda, "la muerte de delfines está siendo la señal más tangible del cambio climático", según Vejarano, con quien coincide Java: "este cambio climático se ha venido haciendo cada vez mayor (...) ya no llueve como antes, el verano es cada vez más fuerte, más largo, la calentura es mucho mayor; lo mismo con las fuertes tormentas", que han provocado incluso huracanes, y gradualmente que acaban con los árboles de las orillas.


Los delfines son "indicadores de la salud de los ecosistemas" porque se alimentan de lo mismo que las comunidades. A eso se suma que están en la cima de la cadena trófica, ya que controlan las poblaciones de peces, son un atractivo turístico para la región dejando beneficios económicos y son un ícono cultural.

Las comunidades y cuencas amazónicas tienen en los delfines no solo a unos amigos sino una parte importante de su cultura y cosmogonía; pero ambos enfrentan las consecuencias de un cambio climático que no les da tregua y muestra su cara más perversa, la que amenaza sus alimentos e incluso sus vidas. 

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